domingo, 20 de marzo de 2011

ALTAZOR

“Poeta, he ahí tu paracaídas, maravilloso como el imán del abismo”.


      Este es el designio del poeta que caerá angustiosamente sobre mundo, lo sostiene solo un simbólico paracaídas como escudo ante las adversidades que encontrará. 

      En este fantástico poema de Vicente Huidobro, crea y recrea las cosas que nombra, las palabras ya no significan lo mismo, en lo absoluto, entran en un Universo paralelo donde se conviven con imágenes oníricas y personajes que parecen sacados de algún cuento.

      Huidobro nos sumerge en su Universo mágico, donde todo lo que parece ser no lo es, aquí está toda una fauna surgida del subconsciente convertido en Dios que camina entre los versos.

      Esta es sin duda  la creación de la creación. Es ese traje de la Vanguardia que pierde toda desconfianza y niega la distancia entre la vida y lo escrito, entre la vida y la literatura. El poeta debe crear conexiones vitales, ya no de palabras sino de su propia carne.

Altazor, un prefacio y siete cantos. 


PREFACIO

Nací a los treinta y tres años, el día de la muerte de Cristo; nací en el Equinoccio, bajo las hortensias y los aeroplanos del calor.
Tenía yo un profundo mirar de pichón, de túnel y de automóvil sentimental. Lanzaba suspiros de acróbata.
Mi padre era ciego y sus manos eran más admirables que la noche.
Amo la noche, sombrero de todos los días.
La noche, la noche del día, del día al día siguiente.
Mi madre hablaba como la aurora y como los dirigibles que van a caer. Tenía cabellos color de bandera y ojos llenos de navíos lejanos.
Una tarde cogí mi paracaídas y dije: "Entre una estrella y dos golondrinas". He aquí la muerte que se acerca como la tierra al globo que cae.
Mi madre bordaba lágrimas desiertas en los primeros arco iris.
Y ahora mi paracaídas cae de sueño en sueño por los espacios de la muerte.
El primer día encontré un pájaro desconocido que me dijo:
"Si yo fuese dromedario no tendría sed. ¿Qué hora es?". Bebió las gotas de rocío de mis cabellos, me lanzó tres miradas y media y se alejó diciendo: "Adiós" con su pañuelo soberbio.
Hacia las dos de aquel día encontré un precioso aeroplano, lleno de escamas y caracoles. Buscaba un rincón del cielo donde guarecerse de la lluvia.
Allá lejos, todos los barcos anclados, en la tinta de la aurora. De pronto comenzaron a desprenderse, uno a uno, arrastrando 
como pabellón jirones de aurora incontestable.


Junto con marcharse los últimos, la aurora desapareció tras algunas olas desmesuradamente infladas.
Entonces oí hablar al Creador, sin nombre, que es un simple hueco en el vacío, hermoso como un ombligo.
"Hice un gran ruido y este ruido formó el océano y las olas del océano.
"Este ruido irá siempre pegado a las olas del mar y las olas del mar irán siempre pegadas a él, como los sellos en las tarjetas postales.
"Después tejí un largo bramante de rayos luminosos para coser los días uno a uno; los días que tienen un oriente legítimo o reconstituido, pero indiscutible.
"Después tracé la geografía de la tierra y las líneas de la mano.
"Después bebí un poco de cognac (a causa de la hidrografía).
"Después creé la boca y los labios de la boca, para aprisionar las sonrisas equívocas y los dientes de la boca para vigilar las groserías que nos vienen a la boca.
 
"Creé la lengua de la boca que los hombres desviaron de su rol, haciéndola aprender a hablar... a ella, ella, la bella nadadora, desviada para siempre de su rol acuático y puramente acariciador".
Mi paracaídas empezó a caer vertiginosamente. Tal es la fuerza de atracción de la muerte y del sepulcro abierto.
Podéis creerlo, la tumba tiene más poder que los ojos de la amada. La tumba abierta con todos sus imanes. Y esto te lo digo a ti, a ti que cuando sonríes haces pensar en el comienzo del mundo.
Mi paracaídas se enredó en una estrella apagada que seguía su órbita concienzudamente, como si ignorara la inutilidad de sus esfuerzos.

Y aprovechando este reposo bien ganado, comencé a llenar con profundos pensamientos las casillas de mi tablero:
"Los verdaderos poemas son incendios. La poesía se propaga por todas partes, iluminando sus consumaciones con estremecimientos de placer o de agonía.
"Se debe escribir en una lengua que no sea materna.
"Los cuatro puntos cardinales son tres: el Sur y el Norte.
"Un poema es una cosa que será.
"Un poema es una cosa que nunca es, pero que debiera ser.
"Un poema es una cosa que nunca ha sido, que nunca podrá ser.
"Huye del sublime externo, si no quieres morir aplastado por el viento.
"Si yo no hiciera al menos una locura por año, me volvería loco".
 
Tomo mi paracaídas, y del borde de mi estrella en marcha, me lanzo a la atmósfera del último suspiro.
Ruedo interminablemente sobre las rocas de los sueños, ruedo entre las nubes de la muerte.
Encuentro a la Virgen sentada en una rosa y me dice:
"Mira mis manos: son transparentes como las bombillas eléctricas. ¿Ves los filamentos de donde corre la sangre de mi luz intacta?
"Mira mi aureola. Tiene algunas saltaduras, lo que prueba mi ancianidad.
"Soy la Virgen, la Virgen sin mancha de tinta humana, la única que no lo sea a medias y soy la capitana de las otras once mil que estaban en verdad demasiado restauradas.
"Hablo una lengua que llena los corazones según la ley de las nubes comunicantes.
"Digo siempre adiós, y me quedo.
"Ámame, hijo mío, pues adoro tu poesía y te enseñaré proezas aéreas.
"Tengo tanta necesidad de ternura, besa mis cabellos, los he lavado esta mañana en las nubes del alba y ahora quiero dormirme sobre el colchón de la neblina intermitente.
"Mis miradas son un alambre en el horizonte para el descanso de las golondrinas.
"Ámame".
Me puse de rodillas en el espacio circular y la Virgen se elevó y vino a sentarse en mi paracaídas.
Me dormí y recité entonces mis más hermosos poemas.
Las llamas de mi poesía secaron los cabellos de la Virgen, que me dijo gracias y se alejó, sentada sobre su rosa blanda.
Y heme aquí solo, como el pequeño huérfano de los naufragios anónimos.
Ah, qué hermoso... qué hermoso.
Veo las montañas, los ríos, las selvas, el mar, los barcos, las flores y los caracoles.

Veo la noche y el día y el eje en que se juntan.
Ah, ah, soy Altazor, el gran poeta, sin caballo que coma alpiste, ni caliente su garganta con claro de luna, sino con mi pequeño paracaídas como un quitasol sobre los planetas.
De cada gota del sudor de mi frente hice nacer astros, que os dejo la tarea de bautizar como a botellas de vino.
Lo veo todo, tengo mi cerebro forjado en lenguas de profeta.
La montaña es el suspiro de Dios, ascendiendo en termómetro hinchado hasta tocar los pies de la amada.
Aquel que todo lo ha visto, que conoce todos los secretos sin ser Walt Whitman, pues jamás he tenido una barba blanca como las bellas enfermeras y los arroyos helados.
Aquel que oye durante la noche los martillos de los monederos falsos, que son solamente astrónomos activos.


Aquel que bebe del vaso caliente de la sabiduría después del diluvio obedeciendo a las palomas y que conoce la ruta de la fatiga, la estela hirviente que dejan los barcos.
Aquel que conoce los almacenes de recuerdos y de bellas estaciones olvidadas.
Él, el pastor de aeroplanos, el conductor de las noches extraviadas y de los ponientes amaestrados hacia los polos únicos.
Su queja es semejante a una red parpadeante de aerolitos sin testigo.
El día se levanta en su corazón y él baja los párpados para hacer la noche del reposo agrícola.
Lava sus manos en la mirada de Dios, y peina su cabellera como la luz y la cosecha de esas flacas espigas de la lluvia satisfecha.
Los gritos se alejan como un rebaño sobre las lomas cuando las estrellas duermen después de una noche de trabajo continuo.
El hermoso cazador frente al bebedero celeste para los pájaros sin corazón.
Sé triste tal cual las gacelas ante el infinito y los meteoros, tal cual los desiertos sin mirajes.
Hasta la llegada de una boca hinchada de besos para la vendimia del destierro.
Sé triste, pues ella te espera en un rincón de este año que pasa.
Está quizá al extremo de tu canción próxima y será bella como la cascada en libertad y rica como la línea ecuatorial.
Sé triste, más triste que la rosa, la bella jaula de nuestras miradas y de las abejas sin experiencia.
La vida es un viaje en paracaídas y no lo que tú quieres creer.
Vamos cayendo, cayendo de nuestro zenit a nuestro nadir y dejamos el aire manchado de sangre para que se envenenen los que vengan mañana a respirarlo.
Adentro de ti mismo, fuera de ti mismo, caerás del zenit al nadir porque ese es tu destino, tu miserable destino. Y mientras de más alto caigas, más alto será el rebote, más larga tu duración en la memoria de la piedra.
Hemos saltado del vientre de nuestra madre o del borde de una estrella y vamos cayendo.
 

Ah, mi paracaídas, la única rosa perfumada de la atmósfera, la rosa de la muerte, despeñada entre los astros de la muerte.
¿Habéis oído? Ese es el ruido siniestro de los pechos cerrados.
Abre la puerta de tu alma y sal a respirar al lado afuera. Puedes abrir con un suspiro la puerta que haya cerrado el huracán.
Hombre, he ahí tu paracaídas maravilloso como el vértigo.
Poeta, he ahí tu paracaídas, maravilloso como el imán del abismo.
Mago, he ahí tu paracaídas que una palabra tuya puede convertir en un parasubidas maravilloso como el relámpago que quisiera cegar al creador.

¿Qué esperas?
Más he ahí el secreto del Tenebroso que olvidó sonreír.
Y el paracaídas aguarda amarrado a la puerta como el caballo de la fuga interminable.

domingo, 13 de marzo de 2011

La Poética del Cosmos en la pintura de Paul Klee


Paul Klee, el poeta por excelencia de la pintura del siglo XX, ha sido uno de los artistas mas originales de nuestro tiempo. Su magnífica obra posee una particular cualidad universal capaz de seducir intensamente. Sin embargo, su arte no se aprecia de un modo inmediato, requiere tiempo y una especial atención a tal extremo que como lo expresa J.C. Lambert: Cada una de sus pinturas exige, no solo ser contemplada, sino también descifrada, igual que si se tratase de un documento llegado milagrosamente hasta nosotros y concerniente a un mundo otro en el cual son pocos los que consiguen penetrar.

Nacido en Suiza en 1879, pasa su primera juventud en viajes y estudios interesándose vivamente en la música y el dibujo. Se advierte desde temprano la impronta de un creador excepcional, destinado a señalar el camino a gran parte de los artistas del siglo XX.
Luego de un profundo período de formación en la academia de la ciudad de los veinticinco mil pastores, Munich, establece una cálida amistad con Kandinsky el grupo “Blaue Raiter” (El Jinete Azul), con quienes participaría en una exposición tiempo después. Hasta ahora es todavía un dibujante que ha experimentado pocas veces el color y ha pintado sobre todo acuarelas. Pero tras una temporada en Paris en 1913, (donde conoce a R. Delanauy) y traduce al alemán su ensayo “Sobre la Luz”), seguido de un viaje a Túnez realizado en la primavera del año siguiente, brota sorpresivamente madura su vocación de pintor. En tal ocasión anota en su “diario íntimo”: el color me posee, no tengo necesidad de asirlo, sé que me posee para siempre; esta es la revelación de la hora feliz, el color y yo somos una sola cosa. Soy pintor. A partir de aquí el interés por la luz en Klee será ascendente para él la importancia del color no está en su signalética tradicional sino en su función estética pura. El busca disasociar la idea del color a modo de atributo de una forma u objeto determinado para llevarlo a la pintura totalmente libre, totalmente independiente, desligado completamente de cualquier esquema de realidad exterior. Para conseguirlo utiliza a menudo el contraste simultáneo y espacios energéticos de colores, logrando que adquieran ritmo, dinamismo, profundidad y perspectiva propia, convirtiéndose así en colores autónomos. Nacen telas como “Arquitectura Espacial”, de exquisita armonía cromática y formal o “El tapiz del Recuerdo”...

donde se intuyen ya a través de ecos misteriosos, casi mágicos y de alusiones sumamente ocultas, el deseo de lo cósmico, el soñado anhelo de… “abarcar el dominio completo de los elementos, de los objetos, del contenido y del estilo”.

Tras terminar la primera guerra en la cual sucumbieron dos apreciados amigos del pintor; Franz Marc y August Macke, escribe hondamente adolorido: Cuanto más horrendo es este mundo (como ahora), más abstracto se vuelve el arte, mientras un mundo feliz produce un arte inmanente. Es decir, mientras la tendencia a la abstracción es el resultado de una profunda inquietud y angustia del hombre ante el mundo, la tendencia a la figuración implica entre el hombre y su entorno una relación feliz y panteísta. Consecuentemente, Klee entendía la guerra a modo de “catarsis trágica”, en el sentido aristotélico del término, o sea la liberación y purificación de las compulsiones emotivas provocadas por la tragedia. No es de extrañar, entonces, constatar que el drama dejará un gesto imborrable en su posterior obra, pero la tristeza será mitigada por mejores experiencias y es así que en 1920, tras una invitación de Walter Gropius, ingresa de profesor a la Bauhaus. La fascinante atmósfera que se generó en la Bauhaus en esos años, resultado del próspero trabajo grupal, sólo nos hace recordar el etéreo encanto de los talleres del Renacimiento y fue tal la atmosfera la que enriqueció magnamente la obra y vida del maestro. Esta etapa es marcada por una intensa reflexión y ferviente entusiasmo por la práctica de la enseñanza, la que estimula y vitaliza su fe creadora.

Coloque a los que afecta
(1922)





Castillo y Sol
(1923)


Se interesa por variadas manifestaciones artísticas, estudia el mosaico bizantino, la miniatura persa, la cerámica incaica, etc. Sin embargo, es solamente con el conocimiento de los ideogramas chinos de escritura que surgen sus cuadros “signos”. Ellos son el fruto de la evolución cósmica experimentada. El dominio total de su medio posibilitó a Klee la comprensión de hechos y capas o niveles de conciencia siempre nuevos. A través de la profunda meditación logra “disolverse” en la totalidad universal, para a continuación concebirse no sólo al mismo nivel de los animales sino también de las plantas y de las piedras. Esta gnosis que alcanza al percibir el ritmo subterráneo de la naturaleza, la plasma, partiendo de la abstracción de los elementos plásticos, pasando por las combinaciones que hacen de ellos seres concretos o cosas arbitrarias, como puntos, cruces, cifras o letras aisladas, llegando a crear un cosmos plástico cifrado abundante en relaciones, misterios y semejanzas a la Gran Creación. Cada uno de los signos que componen estas fórmulas mágicas son una señal o clave, sin reducción semántica, de un orden superior absoluto. Cuanto más se impregna en él la imagen de la creación como génesis en lugar de una imagen ya terminada. Todo lo que ocurre es símbolo y el arte es un símbolo de creación.

Globo Rojo (1922)






Camino principal,
caminos secundarios
(1929)

Al pasar el tiempo las más abiertas influencias se van alejando y el largo período en que el pintó ha asimilado los aportes más vivos del arte contemporáneo concluye en la afirmación de un estilo pictórico absolutamente singular.
Dos años después de un viaje realizado a Egipto en 1929, acontecimiento que le permitió reafirmar numerosas ideas creativas, se traslada a la Academia de Dusseldorf, donde su experiencia será breve, ya que se verá interrumpida cuando es expulsado de Alemania por los nazis. Tal hecho le hace regresar a Berna, donde contrae una enfermedad incurable que mina sus fuerzas vitales. Pero su lucidez mental se mantiene inalterable y su ritmo de trabajo casi no disminuye......... Insula Dulcamera (1938)





A tal manera que expone por primera vez en Inglaterra y organiza una gran exposición personal en Suiza. Mientras en Munich se presentan diecisiete de sus cuadros entre los llamados “artistas degenerados” por los nazis, recibe incontables muestras de afecto y reconocimiento. Es visitado en su taller por Braque y luego por Picasso, a lo cual se suma su éxito en Nueva York y París quienes lo ponen sin duda en su justo lugar; el primero. Es quizás la enfermedad que padece y el presagio de los más dramáticos hechos que ocurrirán en Europa, lo que influye en sus últimas composiciones, las que han perdido en parte la alegría cromática característica de los años anteriores, tornándose más oscuras, aunque más irónicas y no faltando en éstas metáforas poético-plásticas, alegorías alusivas a la muerte, la que finalmente le sorprende en junio de 1940.

Ad Parnassum (1932)

Durante su vida Klee puntualizó teóricamente sus ideas estéticas en escritos, cuyo valor para el arte es únicamente comparable con la ingente trascendencia de los aportes que hizo Isaac Newton a la física. A Klee le interesaba no lo que el hombre era, sino lo que podía llegar a ser, ansiando siempre encontrar ese punto metafísico donde se pudiera comprender la relación entre el “yo” y el mundo donde nada fuese contradictorio, donde sólo existiese la unión. Pintaba la inocencia de un niño, no al niño, la melancolía del atardecer, no el paisaje mismo; la belleza de la naturaleza, no su reproducción… su arte es espiritualismo puro. Picasso lo definió admirablemente: Pascal-Napoleón, que sobre la impresión de la apariencia personal, es la descripción de un hombre que poseía la meditación y la acción, la mirada interior y la astucia extrema. Fue pintor, músico y poeta. Es muy justo entonces que el poema que escribiese de epitafio para su tumba sirva de final al destino de Paul Klee:............. Caballero Negro (1927)





Aquí abajo no soy tangible
pues habito tanto entre los muertos
como entre los que aún no han nacido
Un poco más cerca de la creación
que de costumbre
aunque muy lejos aún de estar
lo bastante cerca de ella.




martes, 8 de marzo de 2011

Katherine Jenkins

Katherine Jenkins nació en Neath, Gales el 29 de Junio de 1980 y además de pertenecer entre 1990 y 1996 al coro de la Escuela Real de Música de la Iglesia obtuvo grados en canto y piano. Recibió el premio St. Cecil como la más prominente cantante femenina del coro.

Ella ganó en dos oportunidades el concurso de la cantante femenina coral de la BBC de Gales.

A los diecisiete años ganó una beca para estudiar música en la Real Academia de Londres. Estudió también italiano, alemán, francés y ruso para graduarse con honores.

Katherine fue profesora de niños antes de firmar con Universal.

Su primer álbum Premiere fue el de más rápida venta de una mezzo-soprano a la fecha.

Posteriormente tuvo dos álbumes como los número unos de más venta de un artista clásico en Inglaterra en un año. Jenkins es aún la primera artista femenina en ganar dos veces consecutivas el premio BRIT de clásicos.

El 20 de octubre 2008 Jenkins lanzó Sacred Arias, que es su último álbum con Universal Music. El 19 de octubre The Telegraph dijo que Jenkins había firmado el mayor contrato de grabación clásica en la historia, por 10 millones de dólares con Warner Music. Jenkins lanzó su más reciente álbum, Believe, el 26 de octubre de 2009, el primero con Warner Music. Este disco contó con Andrea Bocelliy otros músicos como André Rieu y Chris Botti.

Acá el video del tema Bring me to life, perteneciente al álbum Believe....



Bring me to life

How can you see into my eyes like open doors
leading you down into my core
where I’ve become so numb
without a soul
my spirit sleeping somewhere cold
until you find it there and lead it back home

Wake me up inside
Wake me up inside
call my name and save me from the dark
bid my blood to run
before I come undone
save me from the nothing I’ve become

now that I know what I’m without
you can´t just leave me
breathe into me and make me real
bring me to life

Wake me up inside
Wake me up inside
call my name and save me from the dark
bid my blood to run
before I come undone
save me from the nothing I’ve become

Bring me to life

frozen inside without your touch
without your love darling
only you are the life among the dead

bid my blood to run
before I come undone
save me from the nothing I’ve become

martes, 1 de marzo de 2011

El Comienzo del Fin

 

Hoy doy comienzo a este blog, no se que caminos recorreré con el, intentaré que sea un espacio virtual donde compartir ideas, reflexiones, pensamientos, sentimientos y que además sea entretenido... ojalá lo logré...!!!

Como inicio quiero hacer un pequeño homenaje a un gran fotógrafo chileno, Pablo Valenzuela Vaillant, para mi el mejor paisajista fotográfico actual, el no solamente posee la técnica de sobra para lograr hacer fotografías realmente maravillosas sino también lograr transmitir ideas, sensasiones, conceptos.

De formación ingeniero civil, tardó algunos años en publicar su primer libro y hacer realidad su sueño... "Trato de buscar la abstracción en la fotografía...", nos comenta en una entrevista... y ahora a disfrutar de una pequeña selección de su obra...


La fotografía es, antes que nada, una manera de mirar. 
No es la mirada misma.
Susan Sontag